Los que llamáis santos no son en absoluto diferentes de los pecadores. La única diferencia
es que los pecadores son honestos y vuestros santos no son honestos. De cada mil santos, si puedes encontrar siquiera uno que sea realmente santo, eso será más que suficiente, más de lo que puede esperarse; noventa y nueve están simplemente fingiendo. Y no estoy diciendo que estén fingiendo solo para ti. El fingimiento cala tan hondo que no solo están engañando a los demás, se empiezan a engañar a sí mismos. De hecho, para engañarte a ti mismo, primero tienes que engañar a otros; solo entonces puedes creer en ello. Cuando otros empiezan a creer que eres un santo, solo entonces puedes creértelo.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .