Los dos primeros son los pasos inferiores. Te ayudan a encontrar al Maestro. Si te

encuentras con un Maestro, solo le reconocerás si ya se han dado estos dos pasos. De otra forma, te puedes cruzar con un buda y puedes pasar junto a un buda sin ni siquiera darte cuenta de lo que te has perdido. Algún día, mucho después, cuando hayas alcanzado estos dos pasos, llorarás y sollozarás y te arrepentirás, porque entonces recordarás que se había cruzado contigo un buda en el Camino. Entonces sentirás una gran culpabilidad por cómo pudiste perdértelo. Los dos primeros pasos te ayudan a encontrar al Maestro. Con los dos primeros, tienes que trabajar desde el exterior hacia el interior. El trabajo tiene que comenzar desde el exterior, porque es ahí donde estás, y tienes que empezar a ir hacia dentro. Con los dos pasos segundos has encontrado al Maestro, el Maestro te ha encontrado. Ahora los otros dos son para cumplir sus mandamientos. El proceso se ha invertido: ahora lo interno empieza a trabajar en lo externo. Con los dos primeros estabas cultivándote, practicando, meditando; estabas trabajando, buscando, andando a tientas. Con los dos segundos has encontrado al Maestro, has oído su voz, has visto sus ojos, has sentido su corazón. Su presencia ha impregnado tu ser. Ha surgido la confianza. Ahora simplemente sigues, simplemente cumples sus mandamientos..., y en realizar esos mandamientos está tu realización.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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