La visión del Geocosmos kircheriano está imbuido de la filosofía del Macrocosmos y del Microcosmos,
según la cual el hombre es la medida de todas las cosas, y todo el universo está recapitulado en él, como creatura a la que todo se refiere. Los filósofos llamados "organicistas" comparaban el Mundo (el Cosmos) con los organismos y con el hombre, de modo que los órganos y procesos que se dan en los seres vivos se reproducen del mismo modo en el Mundo o Geocosmos. Descubrimos estos elementos en los textos siguientes: "Y del mismo modo en el Microcosmos, es decir, en el cuerpo externo del hombre, puso (Dios) una gran variedad de miembros, pero todos unidos por una gran concatenación interior. Fíjate en sus miembros principales: el corazón, el hígado, los pulmones, el estómago, el cerebro, los riñones y el intestino, como otras tantas oficinas en las que los cuatro humores, distribuidos de diversos modos, se ayudan mutuamente a través de innumerables canales que forman los conductos de las venas y las fibras de los músculos y cartílagos, porque de otro modo, si fallase un miembro, se destruiría el conjunto (...). Pues bien, el Geocosmos o mundo terreno se basa en los mismos principios y también en su caso, si uno falla, el conjunto cesa en sus operaciones. El cielo, como mostraremos en su lugar, proporciona un alimento ubérrimo que, una vez recibido, actúa dentro de las vísceras de la Tierra, que lo digiere y distribuye a los demás miembros por escondidos canalillos a fin de generar los metales y alimentar a la familia exterior. Pero esta distribución de alimentos no podría hacerse de ningún modo si el Geocosmos careciese de oficinas y canales ocultos, aptos para su cocción, digestión y distribución, como son estas oficinas exteriores" (A.KIRCHER, Mundus Subterraneus, 1665, Libro II, capitulo XVIII).[SIERRA, 1981:62].
Athanasius Kircher . El Geocosmos .