No has de sorprenderte si, cuando hables con fe y confianza a los pueblos que

hay en ti y éstos te escuchen, desciende el espíritu sobre ellos, lo mismo que ha descendido sobre ti a la palabra del hombre nuevo, y con ello se hacen capaces de recibir el bautismo de tu mano, lo mismo que tú lo has recibido de la mano de tu reparador particular, por ser tú el depositario de las siete fuentes sacramentales que deben brotar de la piedra angular: porque se te ha hecho la promesa a ti y a tus hijos y a todos los que están lejos, siempre que el señor tu Dios los llame (Hechos 2: 39).

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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