Mientras practica la contemplación del vacío, uno sabe también que no puede destruir las diez
mil cosas, y sin embargo, uno no se fija en ellas. Sabes que este sueño tiene que continuar. Además, es un sueño hermoso. No hay nada por lo que preocuparse en él. No hay necesidad de renunciar, no hay necesidad de destruir, no hay necesidad de luchar con él. No luchas con tu sombra; sabes que es una sombra. Tampoco quieres destruirla, porque sabes que es una sombra. No te preocupa que te vaya siguiendo y nunca te deje solo, porque sabes que es una sombra. Al saber que el mundo es una sombra, un reflejo de lo real pero no lo real mismo, la luna vista en el lago pero no la luna misma, entonces estás en casa incluso en el mundo. Sin fijarte en el mundo, sigues ocupándote de tus obligaciones, sigues yendo a trabajar, sigues viviendo de una manera muy desapegada.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .