El cuarto nivel, la mente regla/rol, lo que Piaget denomina pensamiento preoperacional concreto, aparece alrededor

de los siete y los once años de edad. Los budistas le llaman manovijñana, una mente que opera concretamente sobre la experiencia sensorial. Yo lo llamo mente regla/rol, porque es la primera estructura auténticamente capacitada para llevar a cabo un pensamiento reglado, como la multiplicación o la división, y es también la primera estructura que puede asumir el rol de los demás, asumir realmente una perspectiva diferente de la suya propia. Se trata de una estructura muy importante denominada por Piaget estadio de las operaciones concretas porque, aunque puede llevar a cabo operaciones complejas, lo hace de forma muy concreta y literal. Quisiera subrayar, en este punto, que ésta es la estructura que piensa que los mitos son concreta y literalmente ciertos. El quinto nivel, al que llamo nivel reflexivo-formal, es la primera estructura que no sólo puede pensar sino que también puede pensar sobre el pensamiento. Es, por consiguiente, la primera estructura capaz de llevar a cabo un razonamiento hipotético, o de cotejar propuestas con la evidencia empírica, lo que Piaget denomina estadio de las operaciones formales. Suele aparecer en la adolescencia y es la responsable del desarrollo de la timidez y del desmedido idealismo propio de ese período. Aurobindo lo llama mente razonadora, y el Vedanta, manomaya-kosha. El sexto nivel es el nivel existencial, el nivel visión-lógica, una visión que no es divisoria sino inclusiva, integradora, unificadora y creadora de redes de relaciones. Es lo que Aurobindo llama la mente superior; y el budismo, manas. Es una estructura muy integradora; tan integradora, en realidad, como para unificar la mente y el cuerpo en una unidad de orden superior que yo denomino centauro, simbolizando, con ello, la fusión -no la identidad- entre la mente y el cuerpo. El nivel siete es el nivel psíquico, pero con ello no estoy afirmando que en él aparezcan ciertas facultades paranormales; aunque éstas, obviamente, pueden empezar a desarrollarse a partir de este nivel. Este nivel constituye el inicio del desarrollo transpersonal, espiritual o contemplativo, lo que Aurobindo denomina mente iluminada. El nivel ocho es el nivel sutil o intermedio del desarrollo espiritual, la morada de diversas formas luminosas y divinas llamadas yidam en el budismo e ishtadeva en el hinduismo (a las que no hay que confundir con las formas míticas colectivas propias de los niveles tres y cuatro). Se trata del hogar del Dios personal, de los arquetipos transpersonales reales y de las formas supraindividuales. Es la mente intuitiva de Aurobindo, el vijñamaya-kosha del Vedanta y el alaya-vijñana del budismo. El nivel nueve es el nivel causal, la fuente pura y no manifestada del resto de los niveles inferiores. Se trata de la morada, no de un Dios personal sino de una Divinidad o Abismo sin forma. Es la supermente, el supramental de Aurobindo, y el anandamaya-kosha, el cuerpo de gloria del Vedanta. Por último, el papel en el que está representado todo el diagrama representa la realidad suprema, el Espíritu Absoluto, que no es un nivel más, sino el Fundamento y Realidad de todos los niveles. Es la supramente de Aurobindo, el alaya puro del budismo y el turiya del Vedanta.

Ken Wilber . Psicoterapia y Espiritualidad .

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