La violencia ejerce una gran atracción. La sexualidad también ejerce gran atracción, porque solo en

los momentos de sexo os hacéis uno; el resto del tiempo sois dos, estáis divididos, y persisten la angustia y la ansiedad. La violencia, el sexo y las drogas contribuyen, al menos de momento, temporalmente, a recaer, a volver a la animalidad, pero ese estado no puede ser permanente. Hay que comprender una ley fundamental: que nada puede retroceder. En el mejor de los casos, se puede simular, se puede engañar, pero nada puede retroceder, porque el tiempo no retrocede. El tiempo siempre va hacia delante. No se puede reducir a un joven a niño, ni a un anciano a joven; es imposible. El árbol no puede reducirse a la semilla original; también eso es imposible.

Osho . El libro del ego .

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