¡Pero qué terrible operación debe producirse en nosotros antes de que toda esta divinidad pase

por completo a través de nosotros en su esplendor y en su alegría! Es preciso que pase de antemano a través de nosotros en su ignominia y su dolor, es preciso que el Dios que sufre pase por completo a través del alma concentrada y como petrificada por el crimen y la insensibilidad. Alma del hombre, súmete aquí, en la miseria, y prepárate para la operación más dolorosa. Es preciso que el Dios que sufre penetre en ti y resurja como un amanecer a través de tus sustancias más espesas y más duras, para darte tu existencia primitiva. No podrás regenerarte jamás si la operación no es universal y si el Dios que sufre en su pensamiento, en su palabra y en su obra no atraviesa por completo tu pensamiento, tu palabra y tu obra.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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