Los dioses y espíritus protectores de los herreros buriatas no sólo les ayudan en sus
trabajos, sino que también les defienden contra los malos espíritus. Los herreros tienen ritos especiales: sacrifican un caballo abriéndole el vientre y arrancándole el corazón, rito específicamente chamánico. El alma del caballo va a reunirse con el forjador celeste, Boshintoi. Nueve jóvenes encarnan el papel de los nueve hijos de Boshintoj, y un hombre, que representa al propio herrero celeste, cae en éxtasis y recita un largo monólogo en el cual relata cómo, in illo tempore, envió a sus hijos a la Tierra para civilizar a los humanos. Luego toca el fuego con la lengua; según la costumbre antigua, el personaje que representaba Boshintoj tomaba hierro en fusión en su mano, como Jos chamanes siberianos o norteamericanos lo hacen aún hoy día.
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .