En este punto de la evolución, la memoria es poco duradera, o en otros términos,

las imágenes mentales son muy transitorias. Aún no ha surgido en la mente del Pensador la idea de deducir del pasado el porvenir, ni siquiera de un modo rudimentario, y sus acciones van guiadas por las influencias del mundo externo, o a lo sumo, por el incentivo de sus apetitos y pasiones que ansían satisfacción, de suerte que por esto lo rechazará todo, por conveniente que sea para su futuro bienestar; la exigencia del momento prevalece sobre toda otra consideración. En los libros de viajes se encuentran ejemplos numerosos de almas humanas en esta situación embrionaria; y en tal concepto, quienes se detengan a considerar las condiciones mentales de los pueblos más salvajes, y las comparen con las de la masa media de las naciones civilizadas, no podrán menos de convencerse de la necesidad de las múltiples existencias.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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