Jamás ha sido el propósito de nuestro gran Padre, todo Amor y Sabiduría, que a
ninguno de ellos (sus hijos) les faltara nada. Es porque ellos permiten que se les fije la atención en la apariencia exterior, la cual es como la cambiante arena del desierto. De manera que ellos consciente o inconscientemente se separan de la Gran Inteligencia y Opulencia.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .