Así, el estudiante de la Luz, aparte de su actividad en dispensar la Verdad, se

convierte, como quien dice, en un pozo artesiano de cuyas profundidades fluye esta magna esencia de Dios. LOS ESTUDIANTES DEBEN EN TODO MOMENTO RECORDAR QUE NO IMPORTA LO QUE HAYAN COMETIDO EN ERRORES. DIOS JAMÁS CRITICA NI CONDENA, SINO QUE EN CADA TROPIEZO DICE DULCE Y AMOROSAMENTE «LEVÁNTATE, HIJO, Y COMIENZA DE NUEVO, CONTINÚA ENSAYANDO HASTA QUE LOGRES LA VERDADERA VICTORIA Y LA LIBERTAD DE TU DOMINIO DIVINO».

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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