Existen muchos símbolos que se emplean como objetos de meditación: la Cruz de la Cristiandad;

los Dioses del Antiguo Egipto, los símbolos fálicos de otras creencias. Los no iniciados utilizaron estos símbolos como medios para concentrar la mente e introducir en ella ciertos pensamientos, evocando así otras ideas relacionadas con aquellos y estimulando determinados pensamientos. Sin embargo, el iniciado utiliza un sistema simbólico diferentemente; lo que usa como un Algebra mediante la cual podrá descubrir los secretos de las potencias desconocidas. En otras palabras, usa el símbolo como medio para guiar el pensamiento hacia lo Invisible o Incomprensible. ¿Cómo lo hace? Utilizando un símbolo compuesto, porque un símbolo que fuera una unidad aislada no serviría para su propósito. Al contemplar un símbolo compuesto como el Arbol de la Vida, observa que hay relaciones definidas entre sus distintas partes. De alguna de esas partes sabe algo; de otras puede intuir un poco, o quizás, para ponerlo en otras palabras, puede adivinar algo deduciéndolo de los principios primitivos. La mente salta así de algo conocido a algo desconocido, y, al hacerlo, atraviesa cierta distancia, metafóricamente hablando. Es como un viajero que cruza el desierto conociendo la situación de dos oasis y hace una marcha forzada entre ambos. Jamás se habría atrevido a lanzarse al desierto partiendo del primer oasis, si no hubiera conocido la situación del otro; pero al final de su jornada no solamente conoce mucho más acerca de las características del segundo oasis, sino que también ha podido observar el terreno que se encuentra entre ambos. Y así, haciendo marchas forzadas entre oasis y oasis, adelante y atrás, a través del desierto, va explorándolo gradualmente. Sin embargo, el desierto es incapaz de sostener la vida. Así ocurre también con el sistema de notación de la Cábala. Las cosas que ofrece no son pensables y, sin embargo, al ir de un símbolo a otro, se desenvuelve y piensa en ellos; y aunque tengamos que contentarnos con mirar como a través de un cristal empañado, sin embargo tenemos la esperanza de que, ultérrimamente, podremos ver las cosas cara a cara, porque la mente humana se desarrolla con el ejercicio, crece, se expande, y lo que al principio parece incomprensible como las matemáticas superiores lo son para un niño que no puede ni sumar, finalmente se llega al punto en que se alcanza la plena realización. Pensando sobre una cosa nos formamos conceptos sobre ella.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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