Temblará la tierra, porque la sangre del cordero particular que se ha degollado en ti

desde el principio de tu mundo individual va a penetrar hasta las raíces y los cimientos de todo tu edificio espiritual y, como esta sangre es pura por estar engendrada por el espíritu, no podrá caer sobre estas raíces y sobre estos cimientos, que son impuros, sin producirles una fermentación violenta y un choque que tendrá repercusión en todo tu ser.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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