Debes estar alerta, lo mismo tus discípulos, para invertir todas las condiciones negativas que aparezcan

a los sentidos. Para darte un ejemplo: si sientes frío, invierte la conciencia y asegúrate que eso no es cierto y que lo normal es la buena temperatura. Si sientes calor, inviértelo con la conciencia del frescor normal. Si estás exuberante de alegría por causa de una buena noticia, hay que decir: «PAZ, AQUIÉTATE». No conviene obligar la balanza alterando la Ley del Ritmo. Decreta la calma, el reposo y seguridad. El ideal en todas las comunicaciones de los sentidos es el moverse en la vía del medio, el equilibrio, conservando la tranquila maestría del «YO SOY». Esto permitirá el establecimiento de una corriente fluídica, continua, de energía e ideas creativas viniendo del corazón del Gran Sol Central, de donde viene este Gran Ser, el Dios Himalaya. Esto también te capacitará para recibir y usar inmensamente más de la radiante energía que Él emana. La razón por la cual te he atraído la atención sobre Él es para que puedas recibir en forma ilimitada esa energía. Además de la que extraes por tus esfuerzos conscientes.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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