El falso saber es desechado por el sabio y esparcido a los vientos por la

buena ley. Su rueda gira para todos, así para el humilde como para el soberbio. La «Doctrina del Ojo» es para la multitud; la «Doctrina del Corazón» es para los elegidos. Los primeros repiten con orgullo: «Ved, yo sé»; los segundos, aquellos que humildemente han recogido la cosecha, en voz baja dicen: «Así he oído yo».

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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