Por ejemplo, un niño se enfada y nosotros le decimos, "Enfadarse es malo. No te
enfades". Pero enfadarse es natural y con sólo decir, "No te enfades", no estamos destruyendo la ira; solamente estamos enseñando al niño a reprimirla. La represión se convertirá en sufrimiento porque cualquier cosa que es reprimida se convierte en veneno. Entra en la química misma del cuerpo; es tóxico. Y continuamente le enseñamos, "No te enfades". Le estamos enseñando a envenenar su propio sistema.
Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .