Al no encontrar en él analogías justas con su unidad, que debe triunfar siempre (por
su poder y por su fuerza, cuando no encuentra el modo de triunfar por su amor y sus buenas acciones), le haría perecer de vergüenza por su enorme desproporción y porque le demostraría hasta qué punto está desfigurado. Disolvería todos los falsos poderes que estarían en actividad en él, lo dejaría en la nada espiritual absoluta, donde no podría sentir nada más que la desesperación de conseguir un término tan lejano y, en vez de animarlo con la unidad de la vida que lleva consigo misma, lo reduciría a una unidad de muerte por la imposibilidad de formar ninguna relación de verdad ni ninguna correspondencia espiritual divina con él.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .