No puedo darte un catecismo porque no tengo ninguno. Respondo a tu potencial, a tus
posibilidades; te provoco de esta manera y aquélla. Y seguiré provocando..., ¡a menos que despiertes! Pero si tienes una mente del tipo de la de un misionero cristiano querrás que te dé algunas declaraciones fijas, para poder creer en ellas por los siglos de los siglos. No puedo hacerte eso, porque eso es dañino, eso es envenenarte. Y si tienes esa mente, no serás capaz de comprender lo que estoy haciendo aquí. Es un tipo de trabajo totalmente diferente...
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .