«Vosotros sois el oro, vosotros sois el talento que repartió el amo entre los criados.
Recordad que se lo entregó para recibir por él frutos abundantes y para que esté siempre en las manos de los banqueros. Si no habéis hecho que rinda, la justicia os reclamará no sólo el capital, sino también los intereses que este capital hubiese podido producir, y os quitará hasta el capital con el que habríais podido conseguir esos intereses en el futuro ¿Cómo llegaríais a estar en paz con ella? Vosotros sois la sal de vuestra tierra. Si se vuelve insípida, ¿con que se salará? ¿No se volverá insípida también vuestra tierra?».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .