Señores ¿hemos vivido alguna vez con algo, sin ninguna resistencia? ¿He vivido alguna vez con

mi cólera, sin resistencia? cosa que no es lo mismo que aceptarla, ya que esto implica meramente continuarla. Vivir con el enojo, conocer toda su naturaleza interna; vivir con la envidia, sin tratar de superarla, de reprimirla o transformarla, ¿lo habéis intentado alguna vez? ¿Habéis tratado alguna vez de vivir con algo realmente hermoso, un cuadro, una vista encantadora, una magnífica montaña con una vista soberbia? Y, ¿qué pasa si vivís con ello? Pronto os acostumbráis, ¿no es así? Lo veis por primera vez y os da cierta sensación de libertad, cierta percepción, y os acostumbráis a eso; después de unos días, se disipa. Mirad los campesinos en todas partes del mundo, viviendo en medio de maravillosos paisajes. Se han habituado a ellos. Y la miseria de las ciudades en todo el mundo, la suciedad, la mugre, la fealdad, la crueldad, la espantosa brutalidad que implican: a eso también nos acostumbramos. Vivir con la belleza o con la fealdad, y no caer nunca en el hábito: eso requiere una asombrosa energía ¿no es así? No dejarse dominar por la fealdad ni embotar por la belleza, sino poder vivir con ambas, requiere sensibilidad y energía extraordinarias. Y ¿puede uno hacerlo? Por favor, pensadlo un poco, señores.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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