En el Devachán estaremos dominados por las impresiones o imágenes mentales que nos formemos de

nuestros amigos. En torno de cada alma se presentan aquellos a quienes amó sobre la tierra, porque la imagen de un ser amado, conservada intacta en el fondo del corazón, viene a ser en el cielo un compañero real y vivo para el alma. No cambian allí los que hemos amado; serán para nosotros ni más ni menos lo que fueron aquí abajo.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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