El hombre nuevo seguirá igualmente ignorado por los suyos durante algún tiempo y, mientras crean
que se ha separado de ellos para siempre, estará dedicado a revivificar y examinar todo lo que haya de impuro e irregular en las substancias de su propio ternario y no dejará de situarse entre ellas, hasta que haya hecho que pasen todas por la corrupción de la tumba. Si él mismo ha sufrido la muerte para llevar a cabo su propia regeneración, ¿cómo podría todo lo que hay en él recuperar la vida sin seguir la misma ley y sin pasar por el horror de la muerte y de la putrefacción que le sigue? Sí todo ha sido culpable en él, ¿cómo no iba a estar todo sometido al juicio y a la condena?.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .