Ve la vista que el imán atrae al hierro, y que el hierro tocado con

él se vuelve y dirige a buscar el norte o tramontana; de cuyas dos acciones desea saber la causa el entendimiento; y halla que como el hierro es un cuerpo trabajando y sacado artificialmente por el hombre por medio del fuego, siendo su materia una piedra fría y húmeda, y el fuego para atraerle, mortificó y despojó el agua de su cualidad y vigor, la que con el apetito natural de poderla recobrar y sustentar, apetece unirse al imán, que es cuerpo intensamente frío y húmedo, atrayendo mediante este apetito el imán a sí al hierro, como lo perfecto atrae a sí a lo imperfecto, para que tenga en sí su quietud y descanso; del mismo modo se vuelve la aguja tocada al imán a buscar el norte, porque como esta región es fría y húmeda y el imán lo es también, apetece y se dirige a ella como lo menos perfecto a lo más perfecto en su cualidad, de forma que el imán atrae al hierro por tener en sí las cualidades fría y humera (de que el hierro también participa), más exaltadas y simples, y se deja atraer o dirigir de la tramontana o septentrión por hallarse en esta región las mismas cualidades más simples y activas que en el mismo imán.

Ramón Llul . El Libro Del Ascenso Y Descenso Del Entendimiento .

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