Entonces ya no sé en qué lugar están la casa de mi espíritu y mi

crisol. Si un hombre quiere asegurarse de su cuerpo, no puede alcanzarlo. En este momento, cuando el silencio te sobrecoge, te engloba, si quieres estar seguro de tu cuerpo, no podrás llegar a él. Ya no hay cuerpo, o toda la existencia es tu cuerpo, porque ya no estás separado. No puedes definir, no puedes trazar una línea: «Esto es mi cuerpo.» Toda la existencia es tu cuerpo, o no hay cuerpo en absoluto. Esto a veces puede volverte loco. Ten cuidado. No te preocupes si a veces sucede que abres los ojos y no puedes encontrar tu cuerpo, no puedes verlo. Justo la otra noche, un sannyasin me estuvo preguntando: «Cuando me pongo ante un espejo, me quedo muy perplejo, porque no puedo ver que este reflejo sea el mío.» Es desconcertante. Él evita el espejo porque cada vez que se mira al espejo surge este problema: «¿Quién es este tipo?» No siente «Soy yo». Esto te puede volver loco, y él estaba muy alterado debido a ello. Pero esto es una señal beneficiosa, una señal confirmatoria. Está sucediendo algo realmente bueno: se está desidentificando con el cuerpo. Eso es bueno, está en buen camino. Le dije que se mirase al espejo todo lo posible: cada vez que tenga tiempo, que se siente ante el espejo, vea el cuerpo reflejado ante el espejo y siga con la sensación de «Esto no soy yo». No hay necesidad de repetir «Esto no soy yo», porque eso sería falso. ¡Simplemente, siéntelo! Y le está sucediendo por sí mismo, de manera que no hay problema. Ésta será su meditación natural. Esto es suficiente. Poco a poco, un día, llegará el momento en que no podrá ver el reflejo en el espejo. Eso es aún más desorientador. Le sucedió a Swabhava. Le había dado esta meditación. La hizo durante meses, y entonces, un día estaba ante el espejo y el reflejo desapareció. Se frotó los ojos: ¿qué está sucediendo? ¿Se había vuelto loco? El espejo estaba allí, estaba de pie ante el espejo, y el reflejo había desaparecido. Y ese día se volvió un gran día de transformación para su ser. Ahora Swabhava es una persona totalmente diferente, absolutamente diferente. Cuando vino a mí por primera vez no era más que ego... y un ego de Punjabi, que es el más peligroso de India. De hecho, estaba atrapado debido a su ego de Punjabi. Quería conocer la verdad, y le pregunté: «¿Estás dispuesto a arriesgar?» Eso sí que era un desafío para su ego: «¿Eres lo suficientemente valiente para arriesgarlo todo?» No podía decir que no, no podía echarse atrás. Dijo: «Sí.» Pareció un poco asustado —¿quién sabe lo que se esperaba de él?—, pero dio el salto. Y el día que sucedió que su reflejo desapareció del espejo, algo muy en lo hondo de él se movió, cambió. Ahora se puede ver a Swabhava de una manera totalmente diferente. Se ha vuelto tan sencillo, tan humilde; sigue trabajando en el almacén Vipassana. Es muy rico, millonario. Era el jefe de una gran fábrica, su propia fábrica. Cientos de personas trabajaban a sus órdenes. Ahora está trabajando como obrero en el ashram, pero nunca ha sido tan feliz como lo es ahora, nunca ha sido tan dichoso como lo es ahora. Puede que un día te llegue este momento: que meditando, descienda el silencio y no puedas encontrar tu cuerpo, si miras en el espejo; no puedes ver tu cara. No te preocupes. Tómatelo como una señal confirmatoria. Algo hermoso está en camino: tu vieja identidad se está erosionando, tu vieja idea de ti mismo está desapareciendo, y tienes que desaparecer totalmente antes de que Dios pueda tomar posesión de ti.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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