Para el atleta, el momento antes de la carrera está lleno de gloriosa anticipación, pero

a medida que se aproxima a la meta y el adversario se le va acercando, él pone todos sus últimos esfuerzos, el aliento se le agota y con el último salto alcanza la línea de la victoria. Así mismo ocurre con los estudiantes en el sendero. Sabes que con la práctica de la Presencia «YO SOY» no pueden fallar, de modo que todo lo que falta es apretarse el cinturón, armarse para lo que sea necesario y decirle adiós con la mano al adversario. Pero más afortunado que el atleta es el estudiante que sabe desde el principio que él no puede fracasar porque «YO SOY LA ENERGÍA INAGOTABLE E INTELIGENTE SOSTENIÉNDOME».

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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