Pero, sin esta crucifixión del reparador, la familia humana no hubiese podido entrar jamás

en los senderos que debían llevarla a la vida y, sin tu crucifixión particular, hasta la del reparador resulta inútil para tu curación espiritual, como sería para la curación de tus heridas corporales un bálsamo que te ofreciesen y no quisieses utilizar.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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