Todo el espacio ha desaparecido. Y no hay tiempo, estás en un estado sin tiempo.

Y cuando no hay tiempo ni espacio, ¿cómo vas a existir? El hombre existe sólo en el punto de cruce del tiempo y el espacio. Una línea de tiempo y una línea de espacio se cruzan, y en ese cruce surge el ego. Quita esas dos líneas y el punto del ego desaparece. Era solo un cruce de dos líneas. Era una idea falaz. De modo que Buda dice: «No hay nadie.» En la meditación profunda, el tiempo desaparece, el espacio desaparece y tú desapareces; todo desaparece. Solo hay nada, shunya, cero. Ésta es la manera negativa de decir lo mismo. Puedes decir «Soy Dios», si eliges la expresión positiva, que tiene sus propios peligros, y también su propia belleza; o puedes optar por la expresión negativa, anatta, no-ser, nada..., nirvana. También tiene su propia belleza y sus propios peligros. La idea misma de la nada asquea a la gente; ése es el peligro. ¿Quién quiere ser nada? En sus cuarenta años de ministerio, le preguntaron una y otra vez a Buda: «¿Por qué deberíamos tratar de ser nada? Eso sería una muerte, la muerte final.» Y Buda dice: «Sí, es una muerte final. Pero es hermosa.» Y el interrogador pregunta: «¿Pero para quién es bella? Porque no hay nadie.» Y Buda dice: «Solo hay belleza, bienaventuranza...; nadie que lo experimente.» Naturalmente, la mente humana dice: «Pero entonces, ¿para qué? Si no estoy ahí y es muy hermoso, pues que sea hermoso. Pero yo no estoy ahí, así que me da igual que sea hermoso o no. ¿Por qué iba a perderme a mí mismo? Es mejor estar en un mundo que no es tan hermoso, pero en el que al menos existo.».

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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