No has olvidado que tu palabra, a imitación de la palabra del Eterno, no debe
retroceder ante tus enemigos y que, una vez que les has comunicado la firme resolución que tienes de someterlos, no debes ya permitirles su resistencia, hasta que hayas conseguido dominarlos por completo. Pues bien, ten la misma decisión en el propósito de unir tu ser a una de estas unidades superiores que no se dan cuenta del tiempo; entrégate a la búsqueda de este tesoro inestimable y estas unidades harán que no te des cuenta del tiempo más que ellas y te harán disfrutar, de antemano, de esa paz santa que mora con ellas en su atmósfera celeste; sino que aquí abajo no se conoce nada más que para servirle de víctima continua al tiempo.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .