Nadie realizará progreso alguno en el desenvolvimiento espiritual si anda de sistema en sistema, utilizando

ora algunas afirmaciones del Nuevo Pensamiento, ora algunos ejercicios respiratorios del Yoga, luego posiciones física para meditar, para proseguir después con algunas tentativas místicas mediante la oración. Cada uno de esos sistemas tiene su valor, pero ese valor sólo es real si se practica el sistema en su totalidad. Constituyen algo así como una calistenia de la conciencia y su fin es el de desarrollar gradualmente los poderes mentales. Su valor no reside en los ejercicios en sí, sino en los poderes que estos ejercicios despertarán si se los practica con perseverancia. Si decidimos emprender seriamente nuestros estudios ocultos, en vez de hacer de ellos simples lecturas de entretenimiento, es necesario que elijamos un sistema cualquiera y lo prosigamos hasta que lleguemos, si no a su objetivo ultérrimo, por lo menos, hasta ciertos resultados prácticos, y a una expansión definitiva y permanente de nuestra conciencia. Una vez logrado, podemos, con ventaja, experimentar los métodos que se utilizan en otros senderos, formándose así un sistema ecléctico, técnico y filosófico. Pero el estudiante que pretende desde el principio ser un ecléctico, antes de hacerse perito en la materia, nunca será más que un incapaz o un charlatán. Todo el que tenga experiencia práctica acerca de los distintos sistemas de desenvolvimiento, sabe que los métodos tienen que ser adaptados al temperamento, así como al estado de desarrollo de cada estudiante. En el Occidente, especialmente, aquellos que prefieren el sendero Oculto al Místico, generalmente buscan la iniciación cuando se encuentran en un estado de desenvolvimiento que en el Oriente se juzgaría absolutamente prematuro, esto es, carente de madurez. Todos los sistemas utilizables en el Occidente tienen que tener, en sus grados inferiores, alguna técnica que pueda utilizarse como escalón para esos estudiantes carentes de la necesaria madurez; de otra manera pedirles que se eleven inmediatamente a las alturas metafísicas, es absolutamente inútil, al menos para la inmensa mayoría, lo cual impediría que realmente empiecen por algo.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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