La nueva vida principia con la vivificación de los gérmenes mentales, los cuales atraen materiales

de los planos mentales inferiores, hasta formar con ellos un cuerpo mental que representa exactamente el grado mental del hombre, expresando todas sus facultades mentales como órganos; las experiencias del pasado no existen como imágenes en este nuevo cuerpo, pues perecieron al perecer el antiguo cuerpo mental, y sólo permaneció la esencia, los efectos de aquéllas como facultades; eran el alimento de la mente, los materiales que ésta convertía en poderes, y en el nuevo cuerpo reaparecen como tales poderes, determinan sus materiales y forman sus órganos. Cuando el hombre, el Pensador, se ha revestido así de un nuevo cuerpo para su próxima vida en los planos mentales inferiores, vivifica los gérmenes astrales para proveerse de cuerpo astral que le sirva de vehículo en el plano astral. Este cuerpo representará exactamente su naturaleza de deseos, y reproducirá fielmente las cualidades que desenvolvió en el pasado, de la misma manera que la semilla reproduce el árbol padre. De este modo se encuentra el hombre completamente dispuesto para su próxima encarnación, y la única memoria de los sucesos de su pasado se encuentra en su cuerpo causal, su peculiar forma permanente, el único cuerpo que pasa de una vida a otra.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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