Hay seres elevados pertenecientes a nuestra raza, seres que han concluido su evolución humana, y

a los que hemos aludido ya como miembros de una Fraternidad cuyo papel consiste en activar y guiar la evolución humana. Estos grandes seres, los Maestros, continúan encarnando voluntariamente en los cuerpos humanos a fin de constituir el lazo de unión entre nuestra humanidad y los seres sobrehumanos. Ellos permiten que, mediante ciertas condiciones, cualquiera sea su discípulo con objeto de apresurar su evolución y ser apto de entrar a su vez en la gran fraternidad cooperando en el glorioso y bienhechor trabajo a favor del hombre.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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