Si tu alegría está causada por algo, desaparecerá, será momentánea. Pronto te dejará en una

profunda tristeza. Todas las alegrías te dejan en una profunda tristeza. Pero hay un tipo diferente de alegría, que es una señal confirmatoria: que de pronto estás alegre sin razón alguna. No puedes precisar por qué. Si alguien te pregunta: «¿Por qué estás alegre?», no puedes contestar. Yo no puedo contestar por qué estoy alegre. No hay ninguna razón. Y esta alegría no puede ser perturbada. Ahora, suceda lo que suceda, continuará. Está ahí día tras día. Puede que seas joven, puede que seas viejo, puede que estés vivo, puede que te estés muriendo..., siempre está ahí. Cuando has encontrado una alegría que permanece —las circunstancias cambian, pero se mantiene—, entonces con seguridad te estás acercando al estado búdico. Esto es una señal confirmatoria. Si la alegría viene y va, eso no tiene mucho valor, eso es un fenómeno mundano. Cuando la alegría se mantiene, permanece, ininterrumpida y continua, como si estuvieras embriagado, estás colocado sin ninguna droga, como si acabaras de bañarte, fresco como las gotas de rocío matutinas, fresco como las hojas nuevas en la primavera, fresco como las hojas de loto en el estanque, como si te acabaras de dar un baño... Cuando permaneces continuamente en ese frescor que sigue y sigue y nada lo perturba, ten muy claro que te estás acercando a casa.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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