En la medida en que la atención se va liberando progresivamente del mundo externo, del
entorno exterior y del mundo interno propio del cuerpo-mente, la consciencia va adquiriendo también la posibilidad de trascender completamente la dualidad entre sujeto y objeto. En tal caso, el mundo ilusorio de la dualidad empieza a aparecer tal cual es, es decir, como una manifestación del Espíritu. El mundo externo empieza entonces a presentar características divinas , es decir, la consciencia empieza a tornarse luminosa, llena de luz, numinosa, y parece entrar directamente en contacto, e incluso unirse, con la misma Divinidad. Ese es el camino del santo. ¿Te has fijado en que, tanto en Oriente como en Occidente, suele representarse a los santos rodeados de un halo luminoso? Ese es un símbolo de la luz interior de la mente intuitiva e iluminada. En el nivel psíquico, empiezas a comulgar con la Divinidad o el Espíritu, pero en el nivel sutil, te fundes con El. Aquí ya no se trata sólo de una comunión sino de una verdadera unión, la unio mystica.
Ken Wilber . Psicoterapia y Espiritualidad .