Además, los contradictores dirán que es por el príncipe de los demonios por el que

todos estos obreros expulsan los demonios, prefiriendo cubrirse de confusión con esta respuesta insensata, que confesar su derrota y la superiori- dad del que viene a manifestar su ignorancia. Y verán hombres mudos poseí- dos por el demonio; verán que es por la palabra de este hombre nue\o por lo que estos hombres mudos recuperarán el uso de su lengua, después de librar- los de su demonio, y, sin embargo, no tendrán miedo a confundir al que cura con el que produce la enfermedad; al que quita la palabra, con el que la de- vuelve. Además, no tendrán miedo a caer en contradicción ante estos demo- nios, aunque quieran verlos como príncipes de sus obras poderosas y maravi- llosas, ya que estos demonios reconocerán ellos mismos la fuerza y el nombre del que los expulsa y le dirán: eres el hombre nuevo, eres el Cristo, eres el hijo de Dios (Lucas, 4: 41).

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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