Al realizar todas estas maravillas, dirá: Señor, a tu nombre se debe toda gloria, porque

te has humillado para elevar al hombre, no has hecho más que volar delante de él ligeramente, lo mismo que el águila vuela delante de sus polluelos para enseñarles a volar y a su vez y a ejercitar sus fuerzas, y has querido que con tus lecciones se haga todo lo grande que habría debido ser. si no hubiese abandonado el antiguo puesto que le habías confiado. No has que- rido actuar ante el hombre más que en tu estado de abatimiento, de humilla- ción, para que, por su fidelidad para seguir tu ejemplo y tus órdenes, pueda llegar a operar en tu gloria, y por eso es por lo que le has prometido que haría cosas más grandes que las que tú has hecho. Pero, por muy grandes que sean las obras que pueda realizar, no podrá dejar de celebrar tus alabanzas, ya que eres tú quien lo ha regenerado y es solamente por ti por quien ha recibido el poder de operar en ti.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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