Sea lo que fuere del origen lejano de esta ciencia, no es posible que la

misma haya sido transmitida a la Europa de la Edad Media por un intermediario distinto que el del mundo musulmán. Conviene decir a este respecto que estos constructores constituidos en corporaciones que poseían ritos especiales, se consideraban y se designaban en occidente como «extraños» o, antes bien, como «extranjeros», inclusive en su país natal, y que esta denominación subsiste hasta nuestros días, aunque estas cosas hayan devenido obscuras y no sean ya conocidas más que por un número ínfimo de gentes.

Ariza Francisco . Apercepciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo .

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