Así se explica en gran parte la función del herrero mítico africano en su calidad

de Héroe Civilizador: ha sido encargado por Dios de perfeccionar la creación, de organizar el mundo y, además, de educar a los hombres; es decir, de revelarles la cultura. Importa sobre todo subrayar el papel del herrero africano en las iniciaciones de la pubertad y las sociedades secretas: en un caso como en otro se trata de una revelación de misterios o, en otros términos, del conocimiento de realidades últimas. En este papel religioso del herrero se advierte una réplica de la misión de Héroe Civilizador del Herrero celeste: colabora en la «formación» espiritual de los jóvenes, es una especie de monitor, prolongación terrestre del Primer Instructor descendido del cielo in illo tempore.

Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .

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