Consideramos el vivir como una acción positiva: hacer, pensar, el interminable bullicio, conflicto, miedo, sufrimiento,
culpabilidad, ambición, competencia, el anhelo de placer con su dolor, el deseo de éxito. Todo esto es lo que llamamos vivir. Esa es nuestra vida, con sus alegrías ocasionales, sus momentos de compasión sin ningún motivo y de generosidad espontánea. Existen raros momentos de éxtasis, de una bienaventuranza sin pasado ni futuro. Pero el ir a la oficina, la ira, el odio, el desprecio, la enemistad, es lo que llamamos el vivir cotidiano, y consideramos eso como extraordinariamente positivo.
Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .