Pero el libro de El secreto de la Flor Dorada dice que dirigió su luz
hacia dentro por primera vez: miró dentro de sí, buscó dentro de sí; buscó realmente, buscó sinceramente, y cuanto más buscó más consciente se volvió de que no hay mente. No hay nadie dentro; es una casa vacía. Solo hemos creído en ella. Hemos aceptado la creencia de otros acerca del alma, el ser, el ego. Nunca lo hemos mirado, nunca lo hemos verificado. Y cuanto más descubría que no se puede encontrar a nadie, más feliz y contento se sentía. Su rostro se relajó, le rodeó la gracia. Pasaron horas, pero para él no había cuestión de tiempo en absoluto. Seguía sentado y sentado, y disfrutando este gozo que estaba saboreando por primera vez en su vida. Algo inmensamente delicioso estaba surgiendo en él.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .