La evolución humana en el cuarto y quinto planos pertenecen a un período futuro de
nuestra raza; pero aquellos que escogen el difícil sendero de un progreso más rápido, pueden efectuarlo desde luego, como se explicará más adelante. En este sendero el cuerpo de bienaventuranza evoluciona rápidamente, el hombre comienza a vivir más conscientemente en esta región sublime, y conoce la felicidad que engendra la carencia de barreras exclusivas, y la sabiduría que entra a torrentes cuando desaparecen los límites del intelecto. El alma se separa entonces de la rueda que gira en los mundos inferiores y adivina la completa libertad del plano nirvánico.
Annie Besant . La sabiduría antigua .