Hombre de paz, hombre de deseo, ¡cuántas veces te has olvidado de las ocupaciones frivolas
e ilusorias que tomaban ante tus ojos apariencia de realidad, hasta tal punto que borraban para ti hasta la inercia del tiempo! ¿Por que no podrías esperar tener la misma satisfacción y la misma victoria sobre el tiempo, entregándote al cuidado de un objeto real, cuyos rastros puede sobrevivir a la fuerza corrosiva de todos los siglos? La diferencia que encontrarás es que estos objetos ilusorios te dejan un vacío aún mayor y unas tinieblas también mayores, una vez que ha pasado su encanto, mientras que los objetos reales prolongan su dulce influencia mucho tiempo después de que se haya acercado a ti su acción.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .