En las personas de cultura ordinaria de nuestra raza, este último cuerpo está tan completamente

desarrollado como el cuerpo físico, y el hombre es perfectamente capaz de emplearlo como vehículo de conciencia. No tiene aún la costumbre ni la conciencia de sus poderes; sin embargo, están presentes y bastaría que el hombre se acostumbrase a emplearlos. Cuando durante el sueño o después de la muerte el hombre se encuentra en el plano astral, puede muy bien ver, oír y moverse a voluntad.

C. W. Leadbeater . El Pensamiento su Poder Y Su Empleo .

Índice