Hay otra cosa de la que quisiera hablar, y es: por qué quiere uno adorar.

Como sabéis, todos queremos adorar un símbolo, un Cristo, un Buda. ¿Por qué? Puedo daros muchas explicaciones: queréis identificaros con algo que sea más grande; queréis ofreceros a algo que creéis es verdadero; queréis estar en la presencia de algo sagrado, etc. Pero una mente que adora es una mente moribunda, que decae. Tanto si adoráis al héroe que va a la Luna, al héroe del pasado o del presente, o al que está sentado en el estrado, todo es lo mismo. Si adoráis, entonces la creación no puede surgir, nunca se os acercará. Y una mente que no conoce ese extraordinario estado está sufriendo perpetuamente. De modo que, cuando uno, ha comprendido este problema de la adoración, entonces este muere y se desprende como cae una hoja en el otoño. Entonces la mente puede seguir adelante sin barrera alguna.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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