El contacto con la Naturaleza, lejos del artificialismo convencional de las grandes urbes, con la
consiguiente mejor apreciación del orden universal, predispone a nuestra mente para la concepción de pensamientos positivos y constructivos; es decir, de todas aquellas formas mentales que nos inducen a obrar de acuerdo con este orden, según el grado con que hayamos sido capaces de captarle, y de acuerdo también con el respeto que este orden nos merezca, a fuerza de sinceros espiritualistas.
Eduardo Alfonso . La iniciación .