Lo que es menos cómodo para comprender es que hay un flujo entre cada “cuerpo"

o nivel de conciencia y su aspecto correspondiente en el macrocosmos. Así como hay integración y expulsión en Malkuth, donde el alimento y el agua son asimilados por el cuerpo, expulsados por las funciones de la excreción, y alimentan entonces el reino vegetal bajo el nombre decente de "abono”, así también hay integración y expulsión del doble etérico a la luz astral, y del cuerpo astral al espíritu, y asimismo a Través de todos los planos donde existen los factores más sutiles que representan los seis Sephiroth Superiores. La esencia de la Cábala Mágica, que es la aplicación práctica del Árbol de la Vida, consiste en desarrollar esos circuitos magnéticos sobre todos los diferentes niveles, y así fortificar y agrandar el alma. Como el cuerpo físico se alimenta comiendo y bebiendo, y mantenido en buena salud por sus funciones de excreción es que pueden ser llenadas las operaciones de la esfera de Malkuth, asimismo el alma humana es intensificada por las operaciones de la esfera de Tiphareth, llamada también la Esfera de Redención, la cual mantiene sana nuestra alma. Sabemos cómo la Iniciación desarrolla los poderes del psiquismo superior y permite al espíritu humano comprender las verdades espirituales; lo que no siempre comprendemos es que, para recorrer toda la gama de sus desarrollos, el hombre tiene necesidad igualmente de desarrollar el poder de entrar en contacto con la energía natural en su forma sutil, tal como está representada por la Esfera de Netzach. Estamos acostumbrados a admitir que lo espiritual y lo natural están en mutuo antagonismos, que debemos robar a Pedro para pagar a Pablo, y a deducir que si lo espiritual es el bien más elevado, lo natural es necesariamente el mal más inferior; no comprendemos que la materia es una cristalización del espíritu y el espíritu de la materia volatilizada, que entre ellos no hay antinomia de substancia, como no la hay entre el agua y el hielo, ni comprendemos que ambos son estados diferentes de una Cosa Onica, como la llaman los alquimistas; es Este el gran secreto alquímico que constituye la base filosófica de la doctrina secreta de la transmutación. Pero la transmutación de los metales es de muchísima menos importancia, comparada con la transmutación de energía que se trata de realizar en nuestra alma; es a ésta que los Iniciadores se aferran por medio del Árbol de la Vida; y lo mismo que la conciencia es transformada de arriba hacia abajo del Pilar Central de la Dulzura o del Equilibrio, asimismo es transformada la energía de arriba hacia abajo del Pilar del Rigor, en el cual Hod, el intelecto, constituye la base.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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