El ascetismo, cuya denominación proviene del termino "askeos", meditar, no es, por consiguiente, la mortificación

del cuerpo sino la reforma de tino mismo por la meditación. El cuerpo debe mantenerse fuerte para que sea digno instrumento de un espíritu también fuerte. Recuérdese como el Buda abandonó a los ascetas, por creerlos equivocados, para seguir el "sendero medio" y entregarse a la meditación por medio de la cual encontró su doctrina de salvación. Si con el "ascetismo mortificador" trata de lograrse el fortalecimiento de la voluntad, convengamos en que hay muchas maneras de fortalecer la voluntad como son sacar adelante una numerosa familia, o estudiar una carrera y ejercer con éxito una profesión.

Eduardo Alfonso . La iniciación .

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