Si cuidas con esmero la educación de este hijo recién nacido que se te ha
otorgado, verás también que, a los pocos años, asombrará a los doctores que lo escuchen en ti en silencio y esos doctores serán las dudas que la materia y las tinieblas de los falsos educadores habían creado en tu seno; las insinuaciones continuas que el espíritu de mentira te había sugerido todos los días de tu vida, antes de que este recién nacido hubiese visto el día; pero, en cuanto dé sus primeros pasos en la sabiduría, cambiará en ti, con su doctrina y sus respuestas, todas las incertidumbres y todas las inquietudes con que te habías dejado llenar y que de inmediato se convirtieron para ti en sugerencias, en demostraciones, en convicciones.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .