Según P. C. Ray, Vrinda y Cakrapáni, inauguran el período de transición de la medicina
india, durante el cual el uso de las sustancias minerales arrebata la supremacía a las sustancias vegetales de la época precedente. Subsisten, empero, influencias tántricas en la obra de estos dos autores, que recomiendan gestos y fórmulas propias del culto tántrico (Ray, I, p. LVI). Es «en la época que sigue al período tántrico, y que Ray llama iatro-ciuímica, donde se manifiestan preocupaciones más «científicas», o sea más empíricas. La búsqueda del Elixir y otras preocupaciones «místicas» desaparecen para dejar lugar a recetas técnicas de laboratorio (Ray, I, p. XCI). El Rasaratnasatnuccaya (siglos XIII-XIV) es una producción típica de esta época. Resulta tanto más significativo hallar en una obra de este género vestigios de la alquimia tradicional. El Rasaratnasatnuccaya empieza con un saludo a Dios, que salva a los humanos de la vejez, la enfermedad y la muerte (Ray, I, p. 76); sigue una lista de alquimistas, entre los que se hallan los nombres de los más ilustres maestros tántricos (ibíd., p. 77); el tratado comunica las fórmulas místicas por medio de las cuales «se purifican» los metales n, habla del diamante 14, «que vence a la muerte»; del uso interno del oro, etc. (Ray, I, p. 105). Todo esto prueba la persistencia de la función espiritual de la alquimia incluso en una obra tardía que, por otra parte, incluye gran número de indicaciones precisas y descripciones científicamente exactas.
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .