De ordinario, en occidente, cuando se habla de la China y de sus doctrinas, se
piensa casi exclusivamente en el confucianismo, lo que, por lo demás, no quiere decir que se le interprete siempre correctamente; se pretende a veces hacer de él una especie de «positivismo» oriental, cuando es algo muy distinto en realidad, primero en razón de su carácter Tradicional, y también porque es, como ya lo hemos dicho, una aplicación de principios superiores, mientras que el positivismo implica al contrario la negación de tales principios. En cuanto al taoísmo, es generalmente pasado bajo silencio, y muchos parecen ignorar hasta su existencia, o al menos creer que ha desaparecido desde hace mucho tiempo y que no presenta ya más que un interés simplemente histórico o arqueológico; veremos en la continuación las razones de esta equivocación.
Ariza Francisco . Apercepciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo .